Ambos primeros trabajaron en una secuencia didáctica que propuso desarrollar el pensamiento crítico de los niños favoreciendo el análisis de los estereotipos sexistas predominantes en los cuentos de príncipes y princesas.
Además reflexionaron sobre el modelo de princesa alternativo al cuento tradicional, que nos muestra el cuento: “¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa?” de Raquel Díaz Reguera.